Cuando sobreplanificar es una obsesión
🚩 ¿Eres de los que ponen a todo banderitas de colores?
Lo planificas todo: pones colores a tus tareas, clasificas por temas y subtemas lo que tienes que hacer, divides tu día en franjas horarias y encajas en ellas tu trabajo, tu estudio y hasta tu ocio.
¿Te identificas con esta descripción? Pues siento decírtelo: estás arruinando tu juventud.
Yo también era de los que sobreplanificaba. A ver si os creéis que sois los únicos. Dedicaba muchas horas a «pretrabajar», mucho tiempo a etiquetar y mover de carpeta en carpeta las tareas y, especialmente, me entregaba en cuerpo y alma, con afán, a imaginar en qué momento del día siguiente haría qué cosa, y qué haría después, y después, y después...
Y, para qué os voy a engañar, eso me daba un subidón de los buenos. Toda esa planificación (sobreplanificación) me proporcionaba una —falsa— sensación de control. Esa actitud me permitía olvidarme de pocas cosas y, sobre todo, me permitía tachar muchos items de mi lista de tareas (otro subidón).
Seguro que a algunos/as no os está sonando ni tan mal lo que cuento, pero si despejáis un poco la hojarasca veréis pronto lo que hay debajo. Debajo de los colores, las etiquetas y los calendarios está la preocupación permanente, la obsesión por que no se olvide nada, la preocupación permanentemente rondando por la cabeza...
También están muchas previsiones frustradas porque, amigas y amigos, no se puede controlar lo que no se puede controlar: no sabemos si al día siguiente estaremos cansadísimos para encarar esa tarea que habíamos fijado a las 13:40; no tenemos ni idea de si llamará el jefe para solicitarnos algo que es urgente —que él o ella cree que es urgente, aunque ese es otro tema...—.
Planificar, decidir a priori qué vamos hacer y cuándo, es un MUY MAL HÁBITO productivo.
Hace ya tiempo que mi planteamiento a la hora de trabajar es otro gracias al GTD (Getting Things Done, una filosofía de efectividad personal creada por David Allen). Sigo siendo igual de cumplidor y, para qué engañarme, de perfeccionista y obsesivo, pero lo canalizo de otra forma.
Para empezar, no tengo todo en mi cabeza. En GTD el objetivo es sacarlo todo de ahí, conseguir una mente que no me esté todo tiempo recordando lo que no he hecho o lo que debo hacer. Si saco todo de la cabeza, debo ponerlo en algún lugar, ¿no? Pues sí: en mi sistema de GTD, un lugar CONFIABLE, siempre disponible, en el que se va anotando en listas todo lo que debo recordar.
En segundo lugar, no sobreplanifico (no planifico en absoluto, en realidad, no al menos como se entiende comúnmente): la decisión para hacer o no una tarea no tiene nada que ver con conceptos absolutamente subjetivos y engañosos como «urgente» o «importante». ¡Ojo, sí que pienso mucho sobre qué debo hacer en mi trabajo o en mi vida personal —GTD no diferencia estos ámbitos—, pero tomo decisiones sobre qué hacer o sobre qué no hacer en función de las circunstancias del momento y del contexto de la tarea!
Y, por último, no «sobretrabajo». A decir verdad, ese pecado tampoco lo cometía antes, pero seguro que algunos o algunas de las que me leéis sí lo hacéis. Quizá, pensadlo, sois de los que escribís un informe de 40 páginas, muy currado, muy bonito, del que son necesarias y/o aprovechables solamente 7.
Como decía Drucker, «no hay nada tan inútil como hacer con gran eficiencia algo que no debería haberse hecho en absoluto».
📽 Te recomiendo una serie
Defender a Jacob (AppleTV)
No es, desde luego, la serie con el argumento más original: ayudante de fiscal que tiene que defender a su hijo, implicado en un asesinato. Es un rollo melodrama de los domingos, pero venido a más porque está en AppleTV.
Si no quieres complicarte mucho, entretenido. Por cierto, asusta lo fácil que puedes ser acusado en USA con pruebas tan endebles 😱.
🈲 #palabrasquemolan
Tametado
La palabra «tametado» se usa en México como término equivalente algo tostado o ligeramente asado.
Por ejemplo, se pueden tatemar carnes, pimiento y otras verduras o algunos pescados.
Es una palabra origen náhuatl, tlatemati «poner al fuego».
🍾 Chimpún
📚 Últimas noticias de Milli Vanilli:
Se confirma que presento el libro en Sevilla el 03 de noviembre a las 20, en la Feria del Libro, en el centro.
La presentación en Córdoba todavía no está cerrada, pero espero poder decir algo pronto.
Solo lleva unos días en la librería y me habéis enviado un montonazo de fotografías con el libro. De verdad que solo puedo decir gracias y, ojalá, espero que os guste y os haga soñar, que de eso se trata esto.



Lo podéis comprar en cualquier librería (si no lo tienen os lo piden) o directamente a la editorial, AQUÍ.
Y hasta aquí Escribir para no odiar. ¡Nos leemos el próximo sábado!
«El odio es la cólera de los débiles».