El método (o no) de los genios literarios
✍🏻 Mis 10 hábitos de escritura: entre el orden y la manía
Hace tiempo leí un interesante artículo sobre la rutina de trabajo de más de 100 filósofos, escritores y artistas (aunque la mayoría eran hombres, también incluía algunas mujeres). El artículo presentaba un gráfico muy chulo que mostraba las horas de sueño, trabajo y ejercicio de estas mentes privilegiadas. Una pena que no lo guardé y no puedo citarlo.
Virginia Woolf necesitaba su "cuarto propio" y escribía ficción en horarios estrictamente definidos; Agatha Christie encontraba su inspiración escribiendo en la bañera; y Murakami mantiene una disciplina férrea, levantándose a las 4 de la mañana y combinando la escritura con ejercicio intenso. Balzac recurría a cantidades asombrosas de café para mantener su productividad, y no sé si también Dostoievski, que prefería escribir durante la noche.
Si estáis tratando de adivinar cuál es el patrón de conducta de los genios, no os molestéis: no hay ninguno. Algunos, como Kant, tenían rutinas bien definidas, mientras que otros, como Kafka, carecían por completo de disciplina.
La mayoría, eso sí, escribía cuando y donde podía, lo que me deja una rendija de esperanza de convertirme alguna vez en genio (guiño, guiño, guiño).
Las rutinas son fundamentales para escritores y escritoras por varias razones:
Crean un espacio mental dedicado a la creatividad, permitiendo que el cerebro entre automáticamente en "modo escritura" cuando se activan estos patrones de comportamiento
Ayudan a superar el temido bloqueo del escritor al convertir el acto de escribir en un hábito regular en lugar de esperar la inspiración
Maximizan el tiempo disponible, especialmente importante para quienes compaginan la escritura con otras responsabilidades (ni os cuento si tenéis dos hijos).
Diez rutinas que sigo para escribir
Sin ánimo de compararme con Virginia Woolf, Murakami o Dostoievski, quiero revelaros diez rutinas (o manías o hábito o no sé bien qué) que suelo seguir cuando escribo. Por supuesto, si vosotros/as también escribís, me encantaría saber vuestra experiencia.
Nunca escribo de noche. Nunca. Soy diurno, y mi energía decae a partir de las 19:00 y mis neuronas empiezan a desconectarse.
Nunca escribo fuera de casa. No escribo en los bares, ni en los parques, ni en el transporte público.
No escribo con música. Puedo ponerme música como disparador creativo, como paso previo, pero no soy capaz de junta dos letras si suena algo de fondo.
Trato de apuntarlo todo. Tengo un lugar en el que voy anotando todo lo que se me ocurre, cosas que incluso nunca utilizaré. Mil veces me sucede que no recuerdo en qué estaba pensando cuando me apunté algunas cosas.
Leo a otros. Quiero decir: leo pasajes de libros que me han gustado porque imito el estilo o, al menos, me sirve de punto de partida.
Si estoy bloqueado, corro. En general, hacer ejercicio me despeja, quita el tapón para que fluyan las ideas.
Bebo mucha agua. Mucha. Una barbaridad. Tengo que advertiros que esto es contraproducente, porque ya sabéis que beber mucha agua supone tener que eliminarla (y, por tanto, levantarte mil veces).
Intento evitar las distracciones. Ya sabéis: teléfono en modo avión, correo apagado, redes sociales fuera.
Pongo caras a los personajes. Aunque lo que esté escribiendo sea un relato corto, suelo bucear en internet buscando la cara que creo que tienen mis personajes.
Leo y releo y vuelvo a leer. Hay gente que escribe del tirón y después, cuando termina o cuando lleva un buen rato escribiendo, comienza a revisar. Yo soy incapaz. A veces avanzo muy poco porque leo y releo un trillón de veces lo que estoy escribiendo.
📽 Te recomiendo una serie
Hermanas hasta la muerte (AppleTV+)
Dos años después de la "muerte accidental" del esposo de Grace, las hermanas Garvey parecían haber dejado atrás ese oscuro episodio. Sin embargo, cuando antiguos secretos resurgen, vuelven a encontrarse en el centro de las sospechas.
Y a mí me sigue gustando la serie.
Aunque ya no tengamos las sorpresas de la primera temporada, contamos con la ventaja de conocer mejor a los personajes y habernos encariñado (o no) con ellos.
🈲 #palabrasquemolan
Drizas
Las drizas son cabos utilizados en náutica para izar o arriar las velas, vergas, banderas y otros aparejos de una embarcación.
El término "driza" proviene del italiano drizza, que significa 'izar o arriar'.
Y hasta aquí Escribir para no odiar. ¡Nos leemos el próximo sábado!
«El odio es la cólera de los débiles».