
Llevo un tiempo buscando el momento para estar solo.
No me refiero a esos ratitos de silencio cuando no hay nadie en casa que aprovechamos para concentrarnos en alguna tarea. Tampoco quiero decir que necesite especialmente un fin de semana sin familia para poder hacer (casi) lo que quiera.
No es eso.
La soledad es un prisma con muchas caras. Una de esas caras, la terrible, es la de la soledad forzada, la del abandono o el desamparo. Por supuesto, no es esa. Esa no la eliges.
Pienso más en la soledad como alejamiento. No es dejadez, no es apatía, ni mucho menos una soledad inane: es consciente, activa y reparadora. Implica distanciarse; supone mirar hacia dentro y también desdoblarse para contemplarse desde fuera; exige un silencio profundo.
Lo confieso: tengo miedo al silencio. Toda la vida he huido de él porque de niño conviví alegremente con el ruido (soy el mayor de cuatro hermanos). Después, de adulto, me he manejado bien con la prisa, la exigencia, el alboroto, el jaleo.
Ahora tengo ganas de probar la soledad buscada. Soy realista: no puedo desaparecer un tiempo como por arte de magia, así que debo buscar otras soluciones que impliquen dedicarme unos minutos al día, recrear esa soledad buscada en mi cuarto, pretender que estoy, aunque sea un instante, solo.
He coqueteado con la meditación, aunque no siempre con éxito por falta de regularidad y, seguramente, de pericia. He atendido a sesiones guiadas en una aplicación del móvil, a lecturas en una página web, ¡hasta un vídeo de Youtube!
Uno de mis propósitos de este nuevo año —estamos todavía en enero, así que supongo que todavía se pueden formular deseos— va a ser este, lo tengo decidido: aprender a estar solo, a lidiar con el silencio.
📽 Te recomiendo una serie
La Mesías (Movistar+)
Qué locura más maravillosa es esto, madre mía. Es una SERIE con mayúsculas.
Los dos primeros capítulos despistan, parece lo que no es. Cuando la terminas y la ves en conjunto, te das cuenta de que es una seriaza con todas las letras.
Los Javis han madurado.
🈲 #palabrasquemolan
Rejego
«Rejego o rejega» es un adjetivo para decir que alguien es terco o rebelde..
🍾 Chimpún
❓Causalidades de la vida, esta semana tres personas diferentes me han confesado su dificultad para distinguir el uso de «sino» de «si no». No es este uno de los casos más difíciles de nuestra ortografía, ni mucho menos, por eso me he puesto el reto de explicarlo fácil en este chimpún final.
Sino es conjunción adversativa, más o menos equivalente a «pero», «aunque»… Expresa contradicción con otra idea.
Ejemplo: -No quiero esto, sino aquello.
En la expresión si no, si es conjunción condicional y no un adverbio de negación. Ejemplo: -Si no te explicas, no puedo entenderte. (Obsérvese que entre ambas palabras puede intercalarse el sujeto: «Si tú no te explicas, no puedo entenderte». En el otro caso, no es posible).
Y hasta aquí Escribir para no odiar. ¡Nos leemos el próximo sábado!
«El odio es la cólera de los débiles».