No quiero volver a ser ingenuo, pero tampoco cargante
O cómo lograr el equilibrio
Con mi primer libro de relatos me equivoqué
Ocurre en todos los órdenes de la vida, pero todavía más con los creadores (escritores y escritoras, pintores, músicos…): tenemos el síndrome del impostor. En mi caso, un pensamiento recurrente de qué voy a aportar yo a la literatura después de Cervantes (y de Borges, de Cortázar o de Carver). La consecuencia es que da mucho pudor hablar de uno mismo y de su libro.
En segundo lugar, yo tenía esa concepción romántica de que si un libro está bien, pues llegará a mucha gente. Y eso no es así. Ya puedes ser Shakespeare (y yo no lo soy) que si el libro no se mueve, no suena, pues es complicadísimo que te busquen.
Que conste que estoy contento con mi primer libro de relatos: llené todas las presentaciones y tengo la suerte de sentirme querido por muchísimos familiares y amigos que lo compraron. Aun así, el reto de cualquier persona que escribe es trascender a los que te quieren y llegar a más gente. Obviamente, como seguro sabréis, no hay un fin económico detrás: para que os hagáis una idea, un autor se lleva el 10% del precio sin IVA del libro, y se tiene que fiar de lo que diga la editorial que ha vendido. Así que, más o menos, un autor o autora gana 1 euro por libro vendido… Calculad.
Ah, por cierto, doy por hecho que sabes que tengo libro nuevo. La semana pasada lo conté aquí 👇🏻
No quiero ser pesado
He aprendido algunas cosas sobre cómo mover este nuevo libro sin ser un pesado ni tampoco volverme loco, porque tengo claro que tampoco quiero vender mi alma al diablo. Son cosas más o menos sencillas. Por ejemplo, una de ellas es tener antes de que salga el libro un grupo de «lectores cero» que se lo leen en pdf y, si les gusta, escribirán una reseña o publicarán en sus propias redes justo cuando ya esté en las librerías. A ese grupo de personas (🙏🏻 gracias, gracias) les he enviado un correo dándoles una explicación muy parecida a esta.
También escribiré cada cierto tiempo (sin abusar, lo prometo) sobre Échale la culpa a Milli Vanilli en este boletín y en mis redes. Contaré cosas sobre el proceso de escritura, anunciaré su salida cuando esté listo (espero que a finales de septiembre) y también las fechas de las presentaciones que, si todo va bien, serán, de momento, en Sevilla, Salamanca, Córdoba y Madrid.
Y eso haré, tratando de equilibrar las cosas sin pasarme de la raya, sin hacer spam ni resultar insufrible para quienes me leéis, pero al mismo tiempo tratando de llegar con mi literatura a cuanta más gente mejor. Qué mayor satisfacción puede tener un escritor que alegrarle la vida a alguien con sus libros.
De momento, he pensado que a las personas que estáis suscritas a este boletín os quiero hacer un regalo. Os llegará un correo mío muy pronto (revisad la carpeta de spam, por si acaso).
Y tú, ¿puedes hacer algo?
(Además de comprarlo cuando salga, se entiende… 🙄).
Lo más sencillo: difundirlo. Recomendarlo en tus redes y en el boca a boca, regalarlo por Navidad…
Si eres periodista, si tienes un blog, si haces un podcast de vez en cuando, si te gusta hacer un club de lectura en tu localidad y quieres que yo participe de alguna forma en las cosas que haces, no lo dudes.
Puedes contactar conmigo por aquí o por correo electrónico en esta dirección que me he abierto: millivanilli_libro@juanplaza.es
Nos leemos el sábado con la edición regular de Escribir para no odiar, que vuelve tras las vacaciones.
Y hasta aquí Escribir para no odiar. ¡Nos leemos el próximo sábado!
«El odio es la cólera de los débiles».